Casino News
En Sudáfrica se fuman buitres para poder adivinar los números de la lotería
Viernes 11 de marzo de 2011Nada mejor que fumar cerebro de buitre para poder predecir los números de la lotería. Los clientes de “Scelo”, un vendedor de medicina tradicional en Johannesburg, están convencidos de esta afirmación; aún si de esta manera están firmando la muerte de la mayoría de las aves rapaces en Sudáfrica.
“Los buitres son escasos. Tengo sólo uno cada tres o cuatro meses. Todo el mundo pide el cerebro que permite ver cosas que los otros no ven. En el caso de la lotería, soñamos los números”, explica “Scelo”, joven vendedor-curandero del mercado de muti (medicina tradicional)
En forma de cigarrillo o a ser inhalado a través de los vapores, permitiría salir victorioso en juegos de dinero (como las carreras hípicas), mejorar el desempeño escolar o desarrollar un negocio a través de la captación de más clientes.
En su puesto de grasa de asno, para cazar los malos espíritus, de pieles de cebras y de patas de avestruces, “Scelo” vende en alrededor de 50 rands (6,5 dólares o 4,5 euro) una minúscula botella que contiene un trozo de cerebro machacado.
El ave entera tiene un coste de unos 2000 rands. Sus huesos o plumas se mezclan con hierbas para lograr “medicamentos”, resalta un nyanga anónimo (medicina tradicional) que prescribe, fundamentalmente, la cabeza de la hiena.
Esta persona afirma que las rapaces permiten predecir el futuro gracias a su vista excelente. Esta creencia se encuentra también en otros países africanos, tales como Mozambique, Kenia o Tanzania.
Mthembeni, que combina el cerebro con el pico, compra este producto sólo para sus perros. “Lo coloco en su hocico. Luego, los perros son capaces de detectar una presencia extranjera a kilómetros a la redonda. Es para la seguridad de mi familia”, enfatiza el joven Zoulou.
“Muti vende anualmente, al menos, unas 160 aves rapaces”, señala un estudio llevado a cabo por dos organizaciones de protección de la naturaleza. Uno de los autores, Steve McKean, estima que este número puede elevarse hasta 300; en particular, en la provincia de Kwazulu-Natal (este) donde la caza ilegal está poco castigada.
“El uso de aves rapaces en medicina tradicional, con el nivel actual, provocará, probablemente, su extinción en unos 20 a 30 años en África del sur”, predice McKean, quien fomenta campañas de prevención, una mejor aplicación de la ley y una mayor compresión de las implicancias del comercio de estas rapaces.
Siete especies sobre nueve, entre las que se encuentra el buitre de Cap, están actualmente en peligro. Los cazadores asesinan con armas, trampas y venenos. Utilizan, fundamentalmente, Aldicarb, un pesticida mortal, aun para el hombre, previene Steve McKean, quien pertenece al organismo Ezemvelo Kwazulu-Natal Wildlife.
Se adicionan, a estos peligros, otras amenazas para las aves, como la electroejecución en las torres de alta tensión, la asfixia en los reservorios de agua de las quintas, la falta de alimentos y la pérdida de su hábitat natural.
Actualmente, la menor oferta no ha modificado en ningún aspecto la demanda, que permanece constante con la urbanización y el aumento del desempleo en este país donde el 43% de la población vive en el umbral de la pobreza.
En el mercado, entre las pieles de las pitones o de cocodrilo, dos especies igualmente amenazadas por los muti, Samson Myubu reflexiona sobre la importancia de los buitres. “No creo que este objeto dé visiones”, dice antes de trozar el animal “suerte, sí pero visiones, no”.