Los sonidos emitidos por las máquinas tragaperras pueden conducir a engaño según un estudio canadiense

Un estudio realizado recientemente por la universidad canadiense de Waterloo revela que los sonidos emitidos por las máquinas tragaperras de los casinos terrestres tienen un efecto en los jugadores. En efecto, las máquinas tragaperras ruidosas podrían atraer más que las silenciosas y los ruidos y las músicas que generan serían seductores para los jugadores. Mike Dixon, director de la investigación, estima que los sonidos contribuyen a hacer parecer el juego más divertido pese a que pueden llegar a engañar al jugador haciéndole creer que puede ganar más de lo que realmente puede.

Ruido para hacer incluso soñar a los jugadores

Según un estudio llevado a cabo por dos universitarios canadienses, los sonidos luces producidos por las máquinas tragaperras en los casinos serían inconscientemente considerados como signos de ganancia por los jugadores. Las tragaperras son capaces de generar hasta cuatrocientos sonidos distintos y variados y el conjunto de las líneas de pago emiten un sonido específico cuando el jugador gana. También, cuando se emite una música suave después de ganar, aunque sea mínimamente, la estima del jugador se ve reforzada y produce una ligera satisfacción.

Ahora bien, según Mike Dixon, el responsable de la investigación, la emisión de estos sonidos no es más que un subterfugio que «disfraza las pérdidas como ganancias ». En efecto, cuando la musiquita es emitida sea cual sea la ganancia obtenida, es normal que un jugador apueste una cierta suma y no gane más que la mitad en las tragaperras. Sin darse cuenta, pierde más dinero, pero está cegado, engañado por las dulces melodías que refuerzan su confianza y le incitan a apostar más.

La sobrevaloración de las ganancias por el jugador

El equipo de investigadores de la universidad de Waterloo ha tratado de determinar los efectos psicológicos provocados por esos sonidos en los jugadores. Se constituyeron así dos grupos que se prestaron al juego y que participaron en numerosas partidas en distintas máquinas tragaperras. En el grupo A, las ganancias, así como las “pérdidas disfrazadas bajo las ganancias“ eran anunciadas por sonidos seguidos de recompensa. En el grupo B, ningún sonido intervenía durante el reparto de las ganancias. Las recompensas estaban fijas visualmente en la pantalla de la máquina tragaperras.

Este experimento ha permitido demostrar que los jugadores que se divierten en las máquinas tragaperras equipadas con sonidos sobrevaloran frecuentemente sus ganancias. En el grupo A, el sentimiento de confianza y de victoria era pues mayor que en el grupo B. Sin embargo, las ganancias reales conseguidas por los jugadores del primer grupo no eran consecuentes con sus sensaciones. “Nuestro análisis ha permitido mostrar las ideas falsas que existen en el sujeto sobre las auténticas posibilidades de victoria, así como sobre la perseverancia que es inherente a ciertos jugadores cuando se trata de ganar dinero”, finalizó Dixon.